viernes, 24 de septiembre de 2010

Viaje a Budapest (V)


Tras visitar todos los alrededores de Buda, nos dispusimos a abandonar la zona, y en esa marcha nos encontramos con la Plaza de la Santísima Trinidad, en la cual se levantó esta bella columna, que representa precisamente a la Santísima Trinidad y que fue levantada en honor a las dos epidemias de peste que sacudieron la ciudad en el tramo final del S.XVII y principios del XVIII. Es una escultura de bella factura a la que hay que observar con gran atención para atender todos sus detalles y bajorrelieves.

De allí hacia el Palacio Real, levantado en el S.XVIII por los Habsburgo y que tuvo que ser reconstruido tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Fue en este momento cuando se encontraron restos muy anteriores a esta construcción y que sacaban a la luz lo que fuera otrora un antiguo Palacio Gótico.







Camino al Palacio nos encontramos con un desfile de la Caballería Real húngara, con el traje típico del S.XVIII. Un desfile que se estaba realizando debido a algún tipo de celebración local que no llegamos a averiguar de qué se trataba pero que congregó en la zona a bastantes personas.













Desde la entrada principal al Palacio de accede a un formidable mirador sobre el Danubio, una plaza presidida por la estatua del Príncipe Eugenio de Saboya, levantada en conmemoración a la victoria magiar en la batalla de Zenta, la cual propició un giro radical en la contienda contra los turcos. Si uno observa los bajorrelieves de la base, puede observar la escenificación de la campaña.

Tras la estatua se accede al interior de dos patios. En el primero se encuentra la Fuente de Matias, en conmemoración al rey y su encuentro con una campesina. Es además la fuente más famosa de la ciudad, y en ella depositan sus monedas todos los viajeros que desean volver a la ciudad. El complejo en sí está compuesto por diversos Museos y Galerías de Arte.





Una vez acabada la visita al Palacio, quisimos probar algo diferente y decidimos descender de la colina en el tren cremallera, el Sikló, construido a finales del XVIII y que presenta la misma estampa que en sus inicios.










El tren desciende por la colina de Sváb, nombre dado a la zona porque fue allí donde se ubicó una colonia de suavos germanos.

A mi modo de ver, es una de las estampas más bonitas de la ciudad, y le da a la zona una imagen romántica y verdaderamente auténtica.


La jornada acabó con un almuerzo que nos ayudó a descubrir la fabulosa gastronomía húngara y en la que pudimos degustar algunos caldos de aquel país. Fue una gran sorpresa poder saborear algunos de sus vinos. Tras el almuerzo, tarde de compras por las principales vías comerciales de la ciudad.





Me despido aquí con una imagen del interior del Hotel, el Boscolo New York Palace de Budapest, restaurado en el 2.001 y que ha respetado su fachada y diseño interior con un estilo neobarroco, y en el que prima la luz por encima de todo, lo cual ayuda a resaltar todos sus detalles. Incluso en la noche es imposible que no te llamen la atención todos sus motivos ornamentales.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Velkommen til Kobenhavn (Bienvenidos a Copenhague)

Para conocer bien una ciudad es necesario conocer antes su historia. Este hecho es de mayor importancia si cabe en el caso de Copenhague, y para conocer el por qué de su geografía actual tendriamos que remontarnos hasta sus mismos orígenes.

Copenhague debe su origen a la conjunción de una serie de factores, casi todos con connotaciones de tipo económico. La gran abundacia de arenques en la zona hizo que en la misma se fueran asentando pescadores, lo que atrajo a su vez a los comerciantes, que crearon un flujo económico en la zona, facilitado además por la buena ubicación geográfica del lugar.

Pero , ¿por qué la abundancia de arenque? ¿Qué tenía de especial este pescado? La explicación es fácil. La pesca del mismo se viene realizando en la zona desde tiempos prehistóricos, siendo utilizado como base de la dieta en los países del Norte de Europa y una comida de referencia durante el período de Cuaresma en la Europa católica romana, lo que popularizó su consumo. Ello se debe en parte a una peculiaridad de este pescado: su conservación. Cuanto más salado está el arenque, mejor se conserva.

Ciframos esta fecha en torno a mediados del S.XI, fecha en la que también comenzaron las desconfianzas de los puertos de la Liga Hanseática, lo que provocó que estos mandaran sus ejércitos para arrasar lo que hasta aquel entonces sólo era un poblado. Pese a ello, el asentamiento se volvió a reconstruir y ya a principios del S.XII es cuando hace su aparición una figura crucial para el devenir de la ciudad: El Obispo Absalon.

Fue en 1.167 cuando Absalon fundó una fortaleza, y es éste el momento que se considera como verdadero nacimiento de la ciudad. El poblado que de inicio se llamaba Han (Puerto de Mercaderes), pasó a llamarse Kobenhavn (Puerto Mercado), nombre con el que aún permanece.

Como consejero del rey danés Valdemar, y brazo ejecutor de una política imperialista consistente en tomar el control absoluto del Báltico, Absalon comenzó una especie de cruzada, mezcla de colonización y guerra comercial, contra la liga Hanseática, apoyando sus fines con grandes flotas de naves vikingas, rápidas y ágiles, capaces de costear las costas y navegar contra el viento.

Bajo su mandato, la ciudad creció y embelleció, aumentando paulatinamente su tamaño y el número de sus fortificaciones.

Serán éstas las dos únicas fotos que os mostraré en esta entrada. Corresponden a la estatua que la ciudad le dedicó a Absalon, y en ellas se puede observar la enorme envergadura de las mismas. Prometo que os mostraré todos los rincones de tan bonita ciudad en sucesivos posts.

Todo este crecimiento experimentado por la ciudad fue lo que la llevó a ser capital del reino en 1.343, lo que trajo consigo un nuevo período de esplendor y también el recrudecimiento de las hostilidades de la Liga Hanseática, lo que provocó que en 1.368 Copenhague fuera totalmente arrasada, siendo ésta una de las razones por las que la ciudad conserva hoy en día muy pocos edificios mediavales.

Durante el renacimiento, con Cristian IV como gobernante, la ciudad vivió un nuevo crecimiento, con la crecación de dos nuevos puertos así como nuevas fortificaciones y zonas amuralladas. La ciudad volvió a crecer y ganó en belleza y esplendor, hasta que en 1.658 se tuvo que enfrentar a un nuevo ataque, esta vez del ejército sueco. Para defender las ciudad se quemaron las casas exteriores a la muralla, creando así una primera línea de fuego, y provocando con ello el fracaso de la contienda para los suecos, hecho éste que alargaría la guerra contra el Reino de Suecia durante décadas del S. XVIII.

Fue a su vez en este siglo cuando la ciudad sufrió múltiples plagas, como la peste de 1.712, o un incendio que la arrasó por completo en 1.728. Pero fue también el siglo donde se crearon los principales monumentos de la ciudad de hoy: el Palacio de Christiansborg y el Palacio de Amalienborg.

Un nuevo incendio asoló la ciudad en 1.795 y el bombardeo inglés en 1.807, para tratar de evitar que la flota imperial danesa fuese entregada a Napoleón, cierran un sinfin de tragedias que explican cómo en la Copenhage de hoy conviven próximos edificios antiguos y modernos en un continuo contraste que se repite en toda la ciudad, no encontrándose apenas edificios anteriores al S.XVIII.

Poco a poco os iré enseñando cada uno de los rincones de la ciudad. Espero que os guste, como me gustó a mi.

Un saludo a todos