lunes, 7 de septiembre de 2009

Un poema para ella


Desde el fondo de mi ser,
cuando tus ojos me miran,
la noche pierde sentido
y acaba el gris de mis días.

Con el tacto de tus manos
cuando rozan a las mías,
la risa asoma a mi rostro
mientras rompes mi atonía.

Cada uno de tus sueños
serán siempre mi universo,
la meta que cada día
llevaré entre mis adentros.

No quiero que llores, niña.
No te vayas a enojar.
Tus sueños serán los míos
y los haré realidad.



Dedicado a la "mujer" más bonita de Málaga. Mi hija Victoria.
Muchas Felicidades. Te quiero hija.



miércoles, 2 de septiembre de 2009

La visita a Skansen: el Zoo de Estocolmo



Lo cierto es que las veces que había estado en Estocolmo siempre fueron en épocas frías de otoño e invierno. Por eso siempre me quedé con las ganas de visitar su zoológico.

El Zoo no está construido a la antigua usanza, entendiendo por ésta, múltiples jaulas con animales salvajes en su interior, sino que muestra la imagen de un auténtico parque temático.





La visita comenzó con un almuerzo, accediendo a la zona de restauración que tiene en frente un gran auditorio con su escenario donde a determinadas horas acuden grupos para actuar a quien los quiera escuchar.

En aquel momento no hubo mucha gente. Es más, pensé que aquel grupo musical lo iban a multar por contaminación acústica.


Todo el parque se constituye a lo largo de una gran ladera que se debe de ir ascendiendo poco a poco con paradas obligatorias para el visitante.

Y es que antes de llegar a la zona de animales, nos encontramos con una exposición de edificios típicos de la Suecia de finales del S.XIX y principios del XX.

Por ejemplo, la vivienda de la foto superior es de unos aristócratas suecos. En su interior se puede observar con todo tipo de detalles el mobiliario y los utensilios de la época. Incluso las azafatas/os visten con los trajes de la época y simulan su comportamiento en el interior a la vista de los visitantes (lectura de un libro en una mecedora, tejen en la máquina de coser, etc)




Esta gran vivienda es el preámbulo de todos los inmuebles que se ven en a lo largo del parque: un colegio, una farmacia, una oficina postal, un poblado completo, la vivienda de unos granjeros y su granja, etc, son algunos de los sitios a los que se puede acceder.

Es algo mágico ya que ves con las limitaciones que se podía vivir a principios de siglo y lo "necesario" que parecen hoy ciertos instrumentos y sin los cuales siempre se ha vivido.

Es muy bonito entrar por ejemplo al colegio y ver los antiguos pupitres, la antigua pizarra, los cuadernos, la profesora con el vestido de la época (una azafata real). Además, pasas a otra zona del inmueble y ves que contigua a la escuela se encontraba la vivienda del profesor/a. Al entrar a ella, se reproduce de igual forma todo su hábitat.

Algo que descubrí, y que me llamó la atención es que en general, los educadores eran profesores y la esposa cuidaba del hogar. Si el educador era una profesora, a ésta no le estaba permitido casarse.


Los edificios se van intercalando en el itinerario junto con los grandes espacios dedicados a los animales.

En la imagen de la izquierda aparecen tres bisontes europeos descansando plácidamente en el suelo.

Todos los animales disponen de grandes espacios donde se recrea su medio de vida, no habiendo animales exóticos, tan sólo fauna del norte de Europa.


















El camino continua ladera arriba visitando gran cantidad de animales salvajes: osos, lobos, aves rapaces... Así hasta llegar al lugar más elevado del parque donde se observa una espléndida imagen de la ciudad de Estocolmo. Aunque no se pueda apreciar muy bien, si se puede observar algo la sintonía ya comentada que existe en Suecia entre hombre y naturaleza.


Esta otra imagen es idéntica a las anteriores, salvo por mi presencia en la misma, claro.


La bajada comienza con una zona dedicada a los animales típicos del país: alces, renos, ciervos y tantos otros que llenan los bosques de Suecia.

En casa de mis suegros es frecuente ver a los ciervos por el jardín que llegan para comer las manzanas que han caído al suelo, o las flores que han plantado mi suegra con tanto cariño!!!

Aquí a la izquierda se me ve junto a un alce. Ojo, el alce es el de la derecha!!!




El camino sigue con la visita a algunos animales acuáticos del país: focas, nutrias, morsas...

Para terminar hay una zona dedicada a parque infantil junto al lugar donde se ubican patos, ánsares y otras especies, que pasean a menudo entre el público, en su mayoría infantil.

Aquí se me observa subido en uno de los caballos símbolo del país.

Y hasta aquí la visita a Skansen. Me encantó.

Estocolmo además tiene una gran variedad cultural: Ópera, un gran Museo de Historia, el museo de la Casa Real Sueca, el Museo Vasa, que alberga en su interior un buque, el Vasa, intacto aún aunque se trata de una nave del S. XVII, y otra gran variedad de oferta cultural que hacen de esta ciudad un lugar único donde perderse.

Un abrazo a todos.

Más fotos de Suecia: Vendelsö

Como veo que os ha gustado las fotos, os enseñaré algunas más del viaje y os explicaré algunas cosas más de Suecia, atendiendo con ello la petición de mi buena amiga Diana que sentía curiosidad por saber algo más de este bonito país.

Mis suegros viven a las afueras de Estocolmo (la foto de la izquierda es parte de su jardín), a unos 30 Kms por carretera, en la localidad de Vendelsö que es una de los archipiélagos que conforman la capital sueca.




Y es que una de las características de esta ciudad es que está situada sobre 14 islas mayores y rodeada de gran cantidad de pequeñas islas de menor tamaño.

En todo el recorrido por la ciudad, el agua es un elemento primordial así como la vegetación.

Siento no haber tomado fotos de la ciudad en sí, las tomé tan sólo de su Zoo y publicaré en unos días. Al haberla visitado tantas veces no me percaté, aunque prometo que la próxima vez que vaya (diciembre 09) os traeré fotos de algunos de los edificios más representativos de la ciudad.

En Vendelsö se da una característica común a todo el país, y es la fusión entre hombre y naturaleza. Las viviendas están en algunas ocasiones insertadas en el bosque y en perfecta armonía con él. La síntesis de este país con la naturaleza y el respeto por ella es una de las cosas que más me llaman la atención de ellos, y un ejemplo a seguir para todos.

En los largos paseos que llevé a cabo en estos días puedes no sólo observar esa conjunción, sino respirar el aire puro de la naturaleza.


Es algo muy bonito y relajante a la vez.

Las aguas del Báltico bañan sus playas, vacías como podéis observar, dado a que las temperaturas aquel día, pese a ser agosto, no invitaban a bañarse.

Incluso en este paisaje de la playa se observa como la vegetación está tan presente que se adentra en las mismas arenas costeras.





Han sido unos días de paz y tranquilidad en los que he podido desconectar por completo de la vida estresante y cargada de presión (muchas veces autoimpuesta) que llevo.






Además, pude practicar de nuevo footing por las tardes, complementándolo así con largos paseos por la mañana.

Pero no todo fue bueno. Por poner una nota negativa, os diré que allí no hay mosquitos: hay leones con alas!!!

El penúltimo día de mi estancia allí cometí la osadía de ir al bosque en pantalón corto, lo que provocó varias picaduras que me provocaron una reacción alérgica y que me tuvieran incluso que inyectar corticoides para bajar la inflamación. Aquello no parecía una pierna con picotazos de mosquitos, sino un picotazo al que se le había añadido una pierna.

Ni mi hija de un año, inocente aún, se atrevía a poner la mano encima de mi pierna ante el calor que desprendía y la mala pinta que tenía. Haces bien, hija. Nunca se sabe lo que llevan dentro los mosquitos suecos.

Un fuerte abrazo a todos