domingo, 9 de junio de 2013

El Tsunami Financiero (II): preparados para la tercera Ola



Tan trascendentes son las crisis como la respuesta que se les de a las mismas. Etimológicamente el término crisis proviene del griego y se define como "separación", "decisión", "punto crítico". Crisis es algo que se rompe, y al romperse hay que analizarlo. Por ello en época de crisis se requiere una toma de decisiones flexible que otorgue respuestas acordes a la situación.

Para sobrevivir a la tercera Ola es necesario un enfoque que de respuestas a la situación. Volvamos a analizar la historia. Volvamos a Lisboa.

En Portugal reinaba José I, quien tras acceder al trono a los 35 años, tras la muerte de su padre, cedió el poder a manos del Marqués de Pombal, quien ocupó el puesto de Primer Ministro pese a las reticencias de la aristocracia lusa, que lo rechazaba al considerarlo el advenedizo hijo de un hacendado rural. Rechazo por otro lado mutuo, al ver éste a los viejos nobles como una clase decadente y corrupta incapaz de hacer frente a los problemas de Portugal.

Milagrosamente, el Marqués de Pombal sobrevivió a la catástrofe. Suya fue la frase "Cuidar de los vivos, enterrar a los muertos", frase que resume a las claras el pragmatismo de sus acciones, enfocadas a quitar lo que no sirve para proteger lo que si sirve.

A continuación envió bomberos al interior de la ciudad para extinguir los incendios, organizó grupos para enterrar a los cadáveres, y viendo que el número de éstos desbordaba cualquier previsión, decidió en contra de los criterios de la época, cargar los cadáveres en barcazas y enviarlos más allá de la boca del Tajo, con el fin de evitar que las epidemias se extendieran por el resto de la población. A esto hoy en día lo podemos equiparar a poner todos los Activos tóxicos en un banco malo y aislarlos del resto del Sistema. Se movilizó al ejército, el cual rodeó la ciudad para evitar la huida de los hombres sanos que podrían ayudar al despeje de las ruinas, así como evitar los saqueos. Asimismo se levantaron patíbulos donde se vio como 34 saqueadores fueron ejecutados. Alguna simbología podemos encontrar hoy en día con este hecho. Sólo hay que estar atentos a los telediarios.

Pero hizo más que todo lo descrito. Aprovechó la tragedia para reconstruir Lisboa, dotándola de su estructura actual y tratando la situación como un buen gestor, no como un político, debiendo asumir decisiones contrarias a la opinión pública en general. Y es que a veces los problemas no sólo vienen de la crisis, sino también de la forma en que la afrontamos.

En el próximo capítulo veremos otro enfoque muy diferente a la crisis, o cómo no debemos afrontar la tercera Ola.

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